Evolución de las marcas de salto de longitud a lo largo de la historia. En colaboración con Pablo A.

Introducción 

La primera noticia que se tiene de manera oficial del salto en largo como marca registrada, fue de un atleta de nombre Adam Wilson, el cual registro 5.41 mts. el 26.09 de 1827. Este salto fue superado paulatinamente durante los años. 

La barrera de los 7 metros.

Fue precisamente Jenner Davies en cumplir esta hazaña. En la ciudad Irlandesa de Dublín, el 27.03 el 1874 registró 7.05 mts. Esta marca se fue mejorando paulatinamente mediante atletas de provenientes de Irlanda, Inglaterra y los Estados Unidos. Digno de destacar fue la figura de Alvin Kraenslein. Este atleta proveniente de los Estados Unidos, con fecha de 29.04 de 1899 realizó en una competición efectuada en la ciudad de Nueva York, 7.40 mts. Hay que destacar que Kraenslein fue también récord mundial para esa época en 110 mts. con vallas. En ambas especialidades fue campeón olímpico (1900).


    La marca de Kraenzlein fue superada por su compatriota Meyer Prinstein. En una competencia realizada en la ciudad de Filadelfia efectuó un salto de 7.50 mts. Ello ocurrió el 28.04 de 1900.
    Sin embargo, en el mismo año, el 29.08, aparece otro atleta notable, el irlandés, Peter O’Connor, el cual en el lapso de un año superó el récord mundial nada menos que cuatro veces, y en distintas competencias: 7.51 – 7.54 – 7.60 – 7.605 metros. Este fue el último registro antes de la fundación de la IAAF.


Esta marca fue batida por diversos atletas hasta llegar a 1935. En este año, el gran Jesse Owens, el “antílope de ébano”, estableció el registro de 8.13 mts.

Marcas posteriores.
 El record de Jesse Owens estuvo vigente durante 25 años, hasta que su compatriota Ralph Boston logró 8.21 mts. en la ciudad de Wainut el 12.08 de 1960. 
Dicho récord continuó mejorando paulatinamente hasta Robert “Bob” Beamon quien en su primer intento hizo nada menos que 8.90 mts.
Bob Beamon.

Beamon fue un atleta estadounidense cuya mejor marca antes de México’68 era un 8’33m. Habitualmente no pasaba de los 8’22m. De hecho, sólo ganó una medalla olímpica, pero significó mucho en la historia del deporte. El oro vino acompañado de un salto histórico que pulverizaba el anterior récord del mundo por más de medio metro (55cm).
La fecha fue el 18 de agosto de 1968. Un día plomizo. Beamon, que llevaba un gran año, había accedido a la final el día anterior sufriendo, ya que había realizado dos primeros saltos nulos. Una vez entre los mejores, llegó el gran momento. En su primer intento se elevó como nunca y cayó cerca del final de la arena. Él sabía que había sido un gran salto, posiblemente para asegurar el oro.
Sin embargo, resultó ser una hazaña tan increíble que nadie podía creérselo. Ni el propio Beamon ni los jueces, que retrasaron mucho el anuncio del salto entre otras cosas porque los sistemas de medición no llegaban hasta tan lejos. Midieron varias veces, discutieron entre ellos y vieron que la velocidad del viento era la permitida. 8’90m que derrumbaron de la emoción al nuevo héroe y que supuso la admiración de todo el mundo, incluso de sus rivales, que llegaron a decir que había “destruido la prueba”.
Beamon intentó un nuevo salto que se quedó en 8’03. Ya no lo intentó más. sabía que lo que había hecho era suficiente. Nunca volvió ni a acercarse a tan fabulosa marca y vivió de ella para siempre. De hecho, ya nunca más volvería a saltar por encima de los 8 metros.
Su salto fue considerado como el ‘salto del siglo’, algo que casi se cumple literalmente porque estuvo vigente hasta 1991 cuando, primero Carl Lewis con 8,91m (con más de 2 m/s de viento a favor) y justo a continuación Mike Powell con 8,95m pulverizaron su marca en los Mundiales de Tokio. Exactamente fueron 22 años, 10 meses y 22 días los que duró su récord.
Desde su salto se acuñó un nuevo término en inglés, el ‘beamonesque’, para resumir una hazaña espectacular, algo fuera de lo normal.

Mike Powell.
    ¿Cuánto tiempo duró vigente la marca de Beamon? Nada menos que 23 años. En el transcurso de 
ese tiempo, en la década de los ochenta hasta los noventa, ni siquiera el famoso Carl Lewis, el cual fue cuatro veces campeón olímpico y dos veces se llevó el máximo título mundial de la especialidad, pudo superar a Beamon.
Este récord recién se superó el 30 de agosto de 1991. Fue en ocasión del Campeonato Mundial de 
Atletismo que se organizó en la capital de Japón, Tokio. Fue también una competencia impactante, 
puesto que nada menos que siete saltadores lo hicieron por encima de los ocho metros. El ganador de 
la prueba fue otro afro americano, el estadounidense Mike Powell, el cual en el quinto salto llegó hasta los 8.95 mts. con un viento favorable de apenas 0.3 mts/seg.




Nuestra conclusión es que en esta modalidad los récords, en los últimos años, son tan sumamente impresionantes que hace muy difícil que sean batidos, ya que  desde el salto de Beamon, el récord solo ha sido mejorado en una ocasión por Mike Powell.
Bibliografía.
http://www.efdeportes.com/efd151/historia-de-los-records-del-salto-en-largo.htm
http://www.marca.com/2012/03/08/mas_deportes/caminoalondres/1331195400.html
http://es.m.wikipedia.org/wiki/Salto_de_longitud

2 comentarios:

  1. Sin embargo, en las últimas décadas, esta prueba está en retroceso

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  2. Muy buena info!! Es impresionante como va evolucionando y lo difícil que se torna romper un record.
    Les dejo una pregunta a ver si la saben responder: ¿Por qué se denomina Concurso a esta prueba del atletismo??
    Saludos!

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